No hay cocinero que se precie que no haya hecho alguna vez esta receta de bizcocho de yogur de fresa. Es mundialmente conocida porque se utiliza el recipiente del mismo yogur para calcular las medidas de los ingredientes. Seguro que has visto a tu abuela hacerla alguna vez en casa.
Así que hoy ya te puedes ir olvidando de la precisión que normalmente necesitan los postres (y que te complican la vida muchísimo), en cuanto a las medidas se refiere, para que salgan bien. Esta vez la báscula se queda en el cajón. Solo la tendrás que utilizar para controlar los kilos de más que quizás cojas comiendo el bizcocho. Para hacerlo solo te tienes que acordar de la regla 1 – 2 – 3 y usarla con los ingredientes en orden alfabético. Lo entenderás bien cuando veas las cantidades en el listado.
La receta más clásica de este bizcocho utiliza yogur de limón. Yo lo uso de fresa porque me gusta más pero puedes utilizar el que quieras (menos el de coco, por favore, de coco no). Yo utilizo un truco extra para darle un poco más de sabor a este bizcocho de yogur de fresa: le añado unos trocitos de chocolate. ¡Al lío!