He vuelto. Lo sé, he estado totalmente desaparecida porque he aprovechado estos últimos 15 días para disfrutar 100% de mi familia. Y no puedo estar más feliz por ello. Si algo me ha enseñado el 2020 es a valorar el tiempo con los nuestros. Eso sí, he vuelto con una receta clásica de El Cabrales Aparte. Fácil, rápida, buenísima y perfecta para combatir el frío de la nueva Siberia – Madrid: crema de calabacín con setas y jamón.
Además, para ser totalmente sinceros, tengo que confesar que no soy muy experta en recetas navideñas. Así que he dejado toda la inspiración a cargo de mis compañer@s de Instagram. Ojo, me flipan las navidades. Pero la elaboración de troncos de chocolate, turrones, roscones… la suelo externalizar en obradores del barrio. Aunque no descarto lanzarme a preparar un roscón fácil y sencillo (sin fruta escarchada) porque me niego a asumir que esa maravilla de la humanidad solo se puede comer un día del año.
Volviendo a la crema de calabacín con setas y jamón. Se la voy a dedicar a una de mis mejores amigas. Ha sido mamá de una maravillosa niña y están en fase: purés. El tema es que ella odia cualquier cosa que haya sido pasada por la batidora. Así que tiene que hacer varios menús el mismo día y bastante jaleo tiene ya. Pero en este plato, si eres especialmente generos@ con las setas y el jamón, la crema se convierte en una salsa de acompañamiento (evidentemente esta versión no es apta para niñ@s). Carmen, espero que le des una oportunidad a la receta.
Por cierto, igual te ha sorprendido que la crema no sea de color verde prao pero es por el tomate y las zanahorias. El sabor ya sabes que es lo primero.