Hoy vengo con una receta para celebrar. Una platazo de esos de domingo o para invitar a un montón de gente a disfrutar en tu casa. Ya sé que no es muy de Semana Santa pero mira, yo creo que siempre es buen momento para comer: fabada Asturiana. Revitaliza cuerpo y mente y te permite recuperar el estómago si el día anterior se te ha ido la mano con las cervezas, los vinitos… (que eso sí que es propio de estas fechas).
La verdad que la fabada es un poco más complicada que el resto de recetas que normalmente suelo traer. Pero no es para nada difícil. Solo tiene dos reglas:
- Te tienes que armar de paciencia para que te salga bien. Necesitas tener tiempo y, como se dice en mi casa, no meterles prisa a les fabes. Si lo haces, se romperán, no quedarán cremosas, el caldo no estará bastante ligado… vamos un desastre.
- Necesitas buenos ingredientes. Sé que parece obvio pero no es tan fácil como parece. Les fabes (Asturianas por supuesto) ya se suelen encontrar en muchos sitios. Si tienes alguna tienda en el mercado del barrio que venda a granel, las tendrá. Sino siempre te queda El Corte Inglés. Pero ojo. El chorizo y la morcilla son igual de importantes. El chorizo tiene que estar curadito y la morcilla que sea Asturiana de verdad (si eres de Madrid pregúntame sin problema que conozco, de lo bueno, lo mejor).
Cuando pruebes esta receta te garantizo que te va a cambiar la vida. Vas a tirar todos esos botes de fabada Litoral que tienes en la despensa y dejar de ser un defensor de esta conserva. Ya no podrás decir nunca más: “pues… a mí me gustan… no están tan malas… para comer un día”. Durante la pandemia te perdono que la comprases… pero están horribles. Hazme caso.
Anímate este fin de semana y date un pedazo de homenaje con esta receta de fabada asturiana. Eso sí, puede que tus amig@s se pasen todos los domingos por tu casa. Diles que lleven el vino. O mejor, Sidra Cortina.
En esta receta utilizo la olla express. No es imprescindible pero te permite reducir mucho el tiempo de cocinado y conseguir una textura perfecta de les fabes.