Todos sabemos que los huevos rotos son una de las grandes maravillas de este mundo. Y el que no esté de acuerdo, es que no los ha probado. Los clásicos son de jamón, chistorra, incluso de verduras o de foie… pero quién se va a resistir a unos huevos rotos con gulas como los que te traigo hoy.
Esta receta es un triunfo para una comida de domingo. En plan celebración. Ya sé que no es comparable con ir a Casa Lucio a comerlos pero, qué quieres que te diga, últimamente beber una cerveza en la terraza de mi casa ya es una auténtica fiesta. Así que si además la podemos acompañar de un platazo, mejor imposible.
A diferencia de otras recetas de comidas y cenas fáciles que suelo presentar, estos huevos rotos con gulas no los recomiendo para el tema tupper. Las patatas cuando mejor saben es en el momento en el que las haces (menos en la tortilla de patata fría). Lo mismo pasa con los huevos, se pasan demasiado si los recalientas. Así que con este plato no podrás darle envidia a tus compañer@s de curro. Mejor un día, cuando acabe este Apocalipsis, les invitas a comer.
Por cierto, si quieres llevar estos huevos a otro nivel. Fríe con las gulas unas lonchas de jamón serrano: huevos rotos con jamón y gulas. Insuperable.