Hoy, mientras la lluvia inunda las calles de Madrid, he aprovechado para meterme en la cocina y preparar una deliciosa Quiche Lorraine. Esta clásica receta francesa es un verdadero regalo para los amantes de la cocina, ya que combina la simplicidad de su preparación con lo buena que está. La Quiche Lorraine es un plato versátil que se puede disfrutar en cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, almuerzo o cena, y su rica mezcla de ingredientes hará que te olvides por completo del clima lluvioso (o siendo menos finos, de este día de mierda).
El aroma que se desprende mientras se hornea es simplemente irresistible. Cuando finalmente la sirvas y cortes un trozo, la textura cremosa del relleno combinada con el crujiente de la masa te encantará.
Orígenes de la Quiche Lorraine
La Quiche Lorraine es originaria de la región de Lorena, en el noreste de Francia, y ha conquistado los corazones de amantes de la comida de todo el mundo.
Tradicionalmente, esta delicia se hace con una base de masa quebrada crujiente rellena de huevos, nata, bacon o panceta ahumada y queso. Lo común de sus ingredientes principales es parte de su encanto, ya que permite que los sabores más clásicos destaquen de manera increíble.
El encanto de cocinar un día de lluvia
Cocinar un día de lluvia es como si estuvieses en una película de esas que echan los domingos por la tarde en la 1, las de Rosamunde Pilcher. Con tu manta, tu libro y tus pensamientos filosóficos sobre la vida. Se te olvida que en realidad mañana es lunes y tienes un montón de lavadoras por poner y ropa para planchar.
Así que, si estás en Madrid y está diluviando, no te preocupes, la Quiche Lorraine está aquí para alegrar tu día. Además, ya que has encendido el horno aprovecha para hacer unas buenas galletas de chocolate para acabar de hacer redondo el día ¡Qué aproveche!