Hoy vengo con una receta que me flipa y que te va a encantar: sopa de falso cocido.
Aunque estoy casi segura de que no los necesitas, porque convence por si sola, te voy a dar cinco motivos por lo que este plato se va a convertir en un básico en tu vida:
- Porque a todo el mundo le gusta la sopa de cocido. Y si no te gusta, te compadezco. Creo sinceramente que es de los mejores sabores del mundo. Llegar en invierno a casa y tener una sopa de cocido esperándote, es magia. O salir un domingo de frío polar a tomar el vermú y antes de empezar con el bebercio pedir un caldo para calentar el cuerpo (¿o esto solo se hace en Asturias?).
- No le hacen falta ni fideos. El caldo es oro amarillo. Pero si inviertes un poco más de tiempo (como 7 minutos) y le echas unos fideos y cueces un huevo para acompañarlo, elevas el nivel.
- Porque para hacer esta receta no te hace falta hacer el cocido de garbanzos completo. Vamos a ver. A mí me encanta el cocido pero reconozco que no lo haces en una horita.
- Es una receta 2×1. Te haces la sopa y otro plato más. Porque con el pollo y las verduras consigues un plato principal completo.
- Porque es muy fácil. Resumen rápido: todo a la olla, cubres con agua y dejas que se cocine.
- Puedes hacer una cantidad generosa y congelas. Y cuando lo necesitas está esperándote igual de buena que el primer día.
- No te hacen falta todos los ingredientes que te voy a indicar en la receta. Imprescindibles, bajo mi punto de vista, son el pollo, el chorizo y alguna verdura. Pero, ¿no tienes zanahoria? Da igual. ¿No te gusta el puerro? No lo eches. ¿Prefieres cebolla en vez de cebolleta? Me parece genial.
Si después de esto todavía no te he convencido, creo que lo que necesitas es probarla. Así que, manos a la obra con la sopa de falso cocido.