Hoy traigo una nueva versión de guacamole ya que la primera que te presenté fue un triunfo total. Es el entrante perfecto.
Como verás la preparación es equivalente a la de la primera variante, es decir, más fácil imposible: mezclar y triturar los ingredientes. Y, por supuesto, también tiene el aguacate como protagonista (sino no tendría nada que ver con el guacamole).
El sabor de esta nueva versión es más fuerte que el de la primera que traje. El culpable (bendito culpable), principalmente, es la alcaparra. Tiene un sabor muy intenso que a mí me encanta pero conozco a mucha gente que le parece demasiado potente. Si lo prefieres, puedes sustituirlo por aceitunas verdes. Si, por el contrario, eres de sabores intensos te animo a incorporar un ingrediente extra que te propongo en la sección Trucos.
Para servirla, lo mejor es presentarla como un paté acompañada de un buen pan o unos totopos (soy fan de esta palabra). Aunque también es perfecta para untar en una tosta como base y ponerle encima pavo, salmón, queso, tomate natural, lechuga… También queda genial dentro de una fajita o para mojar quesadillas. Lo que quieras, la imaginación por encima de todo.
Espero que te animéis a preparar esta nueva versión de guacamole y que si haces nuevas variantes las compartas conmigo para poder probarlas. ¡Vamos al lío!